| Volumen 1 | |
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| Capítulos | |
| Prólogo Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Epílogo | |
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Desde fuera, el edificio parece una escuela normal.
Allí mismo estaba Guren. En la clase 9 de primer año, sentado junto a la ventana de la derecha en la parte de atrás de la clase.
Una mujer que parece la profesora de la clase les habla sobre la ceremonia de apertura que empezará después.
Sayuri y Shigure no están en la misma clase que Guren. Sayuri está en la clase 1, mientras que Shigure está en la clase 2. Ambas fueron asignadas a aulas que se encuentran lejos del clase 9, lo que sin duda ocurrió por la intervención de alguien.
Durante 200 años la familia Ichinose fue intimidada y subyugada, por lo que no es de extrañar que intenten separarles para mantenerles controlados. Guren sonríe ante esa idea.
Hace 25 años su padre asistió a esa misma escuela, y decidió no contradecir a los Hīragi en las decisiones importantes, todo para proteger su organización, el Mikado no Tsuki. Aún así, Guren no le perdió el respeto a su padre, porque entendía que hacía todo posible dentro de sus límites.
Guren recordó el último día que vio a Mahiru. Sus guardaespaldas le dieron una paliza por haberse acercado a ella. Al llegar a casa, su padre le miró con una mirada triste y le dijo: "Perdona la falta de poder de tu padre...". A continuación, abrazó a su hijo. A pesar de que su hijo fue el que recibió la paliza, tuvo que disculparse con la familia Hīragi.
Entonces, Guren dejó a un lado sus pensamiento y miró alrededor. En la clase había 40 personas (la mitad hombres y la otra mitad mujeres). Además, en el aula había hijos de los altos mandos del Mikado no Oni.
Había miembros de las familias Jyūjou, Goshi y Sangū. En el mundo de la brujería están son de las más famosas. En el pasado la familia Ichinose fue un gran apoyo de la familia Hīragi, pero con el tiempo pasó a estar en el rango más bajo.
Después de hacer la presentación a los alumnos, la profesora dice que se coló una rata (refiriéndose a Guren) en la escuela y que los alumnos de élite deberán demostrarle lo que es talento y la dignidad. Los alumnos se ríen, al igual que Guren.
Después mide el poder de la maestra. La razón por la que decidió asistir a ese centro fue aprender lo máximo posible y llegar a superar en poder a los Hīragi. Es por esa razón que no va a permitir que nadie le supere.
Sin embargo, sólo una persona de la clase despierta el interés de Guren. Shinya Hīragi. Guren vio su nombre en la lista de estudiantes de ese aula.
En el Mikado no Oni los Hīragi son considerados especiales. Tanto es así, que incluso hay que llega a llamarles "representantes de Dios". En el Mikado no Tsuki los Ichinose reciben el mismo trato.
Entonces la puerta de la clase se abre y todos se quedan en silencio. Al mirar hacia ella Guren ve entrar al mismo chico que le atacó por la mañana.
La profesora inmediatamente dice "Aquí está su asiento, señor Shinya...", señalando una silla que está lejos de Guren.
Shinya se acerca a la chica que estaba sentada a la derecha de Guren, y le pregunta amablemente si puede intercambiar su asiento con ella. Ella enseguida le contesta que sí, e incluso se ofrece a ayudarle.
La profesora le pregunta si está cómodo al sentarse al lado de una rata, pero él le dice que todos los alumnos son iguales y no está bien referirse a uno de ellos como rata. Después la profesora sigue con la lección.
Shinya empieza a hablar con Guren en voz baja. Guren finge ser respetuoso y leal a los Hīgari.
Shinya le pregunta si esquivó su ataque por la mañana, y le asegura que es muy obvio que tiene una gran ambición. Guren se ve obligado a admitir que estaba ocultando su verdadero poder, pero niega haberlo hecho por su ambición o como un acto de desafío.
Shinya le confiesa que también odia a la familia Hīragi, y le dice que estuvo esperando todo ese tiempo para poder colaborar con él en secreto. Además, le confiesa que no nació en la familia Hīragi, sino que fue adoptado.
Guren había oído rumores sobre que la familia Hīragi reclutaba huérfanos con una gran capacidad para la hechicería, después los entrenaba y finalmente los hace luchar a muerte. Los supervivientes son adoptados y tenían hijos con miembros de la familia Hīragi.
No puede estar seguro de si dice la verdad. Aunque la dijera, le resultaría imposible saber si de verdad quiere una alianza o lo que busca es un motivo para eliminarle.
Antes de que Guren pueda contestar, Shinya dice: "Por cierto. Mi pareja es Mahiru. Hīragi Mahiru. Desde que nací, me han criado para convertirme en su pareja".
Guren hizo una pequeña reacción, pero lo ocultó inmediatamente manteniendo una mirada fija. Shinya lo percibe y le dice que ya sabía que no iban a ser amigos desde el principio. Además, le confiesa que Mahiru también asiste a la escuela, y le recuerda que ahora es su pareja. Guren niega haber tenido algún tipo de relación romántica con Mahiru.
Guren le asegura que no está molesto por su relación. Shinya le confiesa que odia a los Hīragi porque le tratan igual que a Guren en la escuela, y que por ello quiere destruirles.
Guren continúa negándose a colaborar con él.
Shinya se da cuenta de que atrajo la atención de un compañero que se sienta a su derecha, por lo que se levanta y dice que va a empezar el discurso de apertura.
Inmediatamente todos se levantan y se dirigen al auditorio.
Shinya le dice a Guren: "Vamos a escuchar el discurso de nuestra diosa". Guren enseguida entendió que con diosa se refería a Mahiru.
Hace 10 años que Guren no veía a Mahiru. No sabía que sentir en ese momento. Estaba a punto de verla y de escuchar su discurso, algo que para él era impensable.
En ese momento Shinya le dice: "Vamos, Guren" (refiriéndose a él como alguien cercano, sin usar ningún tipo de honorífico). Guren le responde: "No te acerques a mí".
Shinya se ríe, y los dos van al auditorio con el resto de la clase.